domingo, 6 de septiembre de 2009
Poemas de Antonio De Saavedra
A veces cuando enciendes el fuego.
Reconozco las amables lluvias
Nacidas entre las nubes
de tu aroma de lejano jardín de galaxias
Y su calor derrite toda tristeza
abriga toda alegría
Palpitan los cuerpos herbosos
Como en un día de otoño en los parques
Cuando suena el viento inmaculado
Y se entregan para ser retratados en copos de nieve
Traigo fértiles presencias y recuerdos
Para que aún vibren en nuestros pechos el cielo y el mar
Porque te amo girando mi silencio de entresueño
Hacia tus manos pintoras
Pues te doy estas palabras de fruta fresca
Las que conoces desde el nido
Tú las alimentas con porciones de sombras
Con vaho de neblinas con gotas de mercurio
Cuando abren sus párpados ellas te buscan entre las flores
Y les das todo el cariño que te sea posible
Encuentro en los árboles hermosos insectos
Hijos de la luz y del agua
Con el que les das aliento y vida
Ahora todo ha quedado ordenado
Cada estrella en su órbita
Cada ojo en su espejo cada corazón en su esplendor.
Y nuestro amor en continuo movimiento hacia la eternidad
Antonio de Saavedra
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