domingo, 21 de marzo de 2010

Un hombre arrepentido


Mi voz quedó enmudecida, la culpa me ronda.
Me siento cobarde, un mal nacido y con deseos de desaparecer,
Por ser la persona que te ha hecho daño.

Mi corazón está podrido, no merece latir al
lado de la mujer que ama, la única que me ha dado su
verdadero amor, que nunca en nadie
había conseguido.

Cada noche, pienso en el error cometido,
siquiera he dormido, ya que las lágrimas me brotan,
dejándome afligido y pidiendo a Dios que
acabe con esta alma que vaga por la pena.

Ahora, el vacío me invade,
es que extraño esos detalles que con
esperanza me hacías, para
proteger el anhelo de una relación
basada en mutua y profunda entrega.

No merezco ni tu sonrisa, tu bella melodía, ni
siquiera tus besos, que me hacen soñar con ese
mundo que ahora lejos veo.

No merezco tu olor, tu cobijo, ni que me
mires con ese brillo que tus ojos me suelen ofrecer.

Estoy arrepentido, he vulnerado
al sentimiento del amor de mi vida, la que
me tiene suspirando y la que quisiera
volver a susurrarle un sincero y sentido te amo.

Ojalá, la vida retrocediera donde nos
unimos por primera vez, para así ser felices
como en realidad lo merecemos ser.
Desconozco el autor

sábado, 20 de marzo de 2010

Vale la pena


Vale la pena cada lágrima, cada momento que pase a tu lado, si fueron los más bonitos de mi vida.
Vale la pena el amor porque fue intenso, todo lo que viví contigo vale la pena, esperar por volver a vivirlo contigo.
Recuerda mi amor que mi corazón se quedó colgando en tus manos.

Ana María Zaplana
realmente valió la pena

viernes, 19 de marzo de 2010

Copa rota sobre el teclado


He cantado mucho,
he llorado más...
he muerto por tu amor muchas veces.
Tú tenías, a pesar de todo,
siempre mi rostro que no mentía,
una mirada clara, la risa cálida...
mi piel segura.
Y, mis manos que inventaban palabras
cuando la música se elevaba
desde el piano...
Nunca sentiste culpa...
estabas lejos del llanto y la nostalgia.
Luego del amor,
tan cómodo, tan vivo,
te ibas en la noche a relatar hazañas,
a quién...no importa...
Y, cuando me negué a ser tu premio,
cuando te diste cuenta...
ya estabas sin ojos, sin risa,
sin brazos, sin cuerpo...
No fui la otra copa de vino para el brindis.
Heriste, con la tuya el marfil del teclado...
Como mi sangre derramada
corrió gota a gota el rojo líquido...
No quise ser más esa mitad de tu amor.
Y día a día pensarte...penarte...esperarte
Extrañarte..
Ahora, cuando me recuerdes
comenzarás tú
a necesitarme

Patricia Sereno

martes, 16 de marzo de 2010

Palpar

Mis manos
abren las cortinas de tu ser
te visten con otra desnudez
descubren los cuerpos de tu cuerpo
Mis manos
inventan otro cuerpo a tu cuerpo
( Octavio Paz)

sábado, 13 de marzo de 2010

Ardiente pasión en mis entrañas


Te tuve y retuve,
entre mi piel y mi alma.
Amé y te dejé que amaras.
Y ahora ¿Qué?
El alba rompe,
te vistes, prisa tienes por marchar.
Supe bien que no eras libre,
como también sentí
que tu cuerpo ardiente
jamás le perteneció a él
Mio, ¡mio es!
Y él jamás te hará sentir mujer deseada,
deseada como te deseé esta noche de amor y lujuria.
Julio Tonetti





domingo, 7 de marzo de 2010

Mujer


Que piensa con el corazón,
actúa por la emoción y vence por el amor.

Que experimenta miles de emociones en un solo día,
y transmite cada una de ellas con una sola mirada.

Que hospeda en el vientre otras almas,
los ofrece al mundo y después queda ciega,
ante la belleza de los hijos que engendró.

Que se arregla y perfuma la cama,
aunque su amor no perciba más esos detalles.

Que como alquimista transforma en luz
y sonrisas los dolores que siente en el alma,
...solo para que nadie lo note,
...y aún tiene fuerzas para dar consuelo
a quien se acerca a llorar sobre su hombro.

Patricia Sereno( para la mujer en su día )




lunes, 1 de marzo de 2010

SONETO XII

Plena mujer, manzana carnal, luna caliente,
espeso aroma de algas, lodo y luz machacados,
qué oscura claridad se abre entre tus columnas?

Qué antigua noche el hombre toca con sus sentidos?

Ay, amar es un viaje con agua y con estrellas,
con aire ahogado y bruscas tempestades de harina:
amar es un combate de relámpagos
y dos cuerpos por una sola miel derrotados.

Beso a beso recorro tu pequeño infinito,
tus márgenes, tus ríos, tus pueblos diminutos,
y el fuego genital transformado en delicia

corre por los delgados caminos de la sangre
hasta precipitarse como un clavel nocturno,
hasta ser y no ser sino un rayo en la sombra.

(Pablo Neruda)